Para la entrevista se requiere de un diálogo, de un buen oído, de un interesante poder de observación, y también de una linda estrategia. Todo esto y más, se necesita para intentar ser capaz de interpretar al otro, de transcribirlo; en el proceso debemos incorporar nuestras propias palabras, ser autor, escritor presente; luego existe un trabajo posterior de acomodar las cosas a nuestro estilo y criterio.
La entrevista, diría que es un “Contar al otro desde uno.” Es una síntesis de las miradas de entrevistado y entrevistador puesta en palabras, síntesis que luego llegará a un lector, el cual aportará el tercer elemento al experimento de voces y verdades. Se trata de la particularidad puesta en común, de un conocer, de un explorar, de un reflexionar. Procedentemente, se trata también de tener paciencia, de volver a escuchar una y otra vez la grabación, -si se usó grabador. De volcar las voces en una hoja, lo que requiere escribir muy rápido y con muchas faltas de ortografía, que serán pertinentemente corregidas luego.
Difícil tarea es la del entrevistador. Es interesante notar que aquellos personajes que han sido entrevistados muchas veces, se encuentran con que, en definitiva, las preguntas son siempre las mismas.
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